En los sistemas de transporte aéreo-mecánico, el producto se introduce en un circuito a través de una tolva de carga y es manipulado por una serie de discos de plástico, conectados por un cable accionado por un grupo de arrastre. El producto permanece en suspensión en el interior de la tubería. Se trata de una solución sumamente versátil ya que la tubería puede seguir recorridos verticales y horizontales diferentes, gracias a codos de desviación, y el material puede descargarse en cualquier punto del circuito, mediante orificios de dimensiones adecuadas.